“También los caudillos de Isacar fueron con Débora; sí, como Barac, también Isacar se precipitó a pie en el valle. Entre las familias de Rubén se tomaron grandes decisiones”. Jueces 5:15
Es impresionante encontrar líderes que están simplemente tomando decisiones por salir de la crisis. Por años he participado de reuniones en mesas directivas y es impresionante la cantidad de decisiones que he visto tomar sin la menor evaluación.
Líderes han sido movidos como piezas de ajedrez simplemente por solucionar en forma rápida una crisis, sin ir a la raíz. Luego el fruto que se ha recogido ha sido doloroso o triste.
Dios no nos puso para tomar simplemente decisiones. Cuando existe el discernimiento estas son las decisiones que se toman:
1.- Decisiones delegadas. Se delega el trabajo en las personas con las capacidades para ese evento o crisis.
2.- Decisiones respaldadas por buen testimonio. El buen testimonio importante aún para un trabajo sencillo como servir las mesas en el Libro de Hechos 6.
3.- Decisiones llenas del Espíritu Santo. Estos líderes pensaron en gente llena del Espíritu Santo. Cuando hay discernimiento la llenura no es una opción, sino una decisión. Pero una decisión sabia.
3.- Decisiones llenas del Espíritu Santo. Estos líderes pensaron en gente llena del Espíritu Santo. Cuando hay discernimiento la llenura no es una opción, sino una decisión. Pero una decisión sabia.
4.- Decisiones llenas de sabiduría. Aún para este trabajo de servir mesas en la Iglesia primitiva que parecía tan sencillo o tan poco espiritual se busca gente con sabiduría. Ya estamos en los días cuando esto es esencial.
5.- Decisiones equilibradas. Equilibrio. Eso es importante. Mientras unos se dedicaban a las mesas otros se dedicaban a la oración y la palabra.
• El liderazgo sabio toma decisiones que son confirmadas por el pueblo.
Hoy entiendo que he sido llamado a tomar decisiones sabias y dirigidas por Dios.
Señor, Ayúdame en este día a entender mi papel en la toma de decisiones sabias y dirigidas por ti las cuales te honran. En el Nombre de Jesús. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano