Y la lluvia de la noche hizo brotar las flores en el amanecer y junto con la calidez del sol hicieron el milagro, la noche oscura hizo brillar a las estrellas; el sol, el horizonte, no existe, una noche tan larga que no termine en luz. Las crisis nos llevan por el camino del aprendizaje, no hay momento de sufrimiento al que no llegue la paz, todas las tormentas inevitablemente se convierten en serenidad.
El líder auténtico va transitando por la vida, claros y oscuros, derrotas y triunfos, alientos y frustraciones. Todas las rutas le llevan al mismo destino, triunfar a pesar de la adversidad, las realidades fortalecen sus fantasías, pobre realidad que es vencida por la estrella legítima del idealista que entrega su vida misma por su sueño.
No trates de detenerlo, sus anhelos lo han convertido al idealista en invencible.
fuente: hacia la cima
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